miércoles, 4 de noviembre de 2009

Hipatia...¿Orestes? Hipatia...¿Davo? Hipatia...y




No puedo más que sonreír cuando pienso en como me ven los hombres,ó quizás que juego más increíble el de la atracción por la atracción, mis papeles en la vida son múltiples, conocer a una persona es una labor de toda una vida, cuando son ricas en conocimiento y matices, para cada ocasión se establece un traje diferente, el laberinto

de las emociones es único y excitante.

No voy a contar aquí la verdad de lo ocurrido, pero cierto es, que me encantaría, intentaré, pues, contar una historia sencilla e imaginada.

En algún tiempo y en algún lugar los planetas se conjugan para que en la vida de una mujer aparezcan dos hombres, tan iguales como distintos, la mirada de uno es pícara, atrayente y buena, la mirada del otro es profunda y turbada por sus grandes luchas.

Ambos saben que ella es diferente,una oportunidad para crecer en sus vidas, una señal , el curso del destino sigue su camino, ella no esperará a ninguno.

El conocimiento del cielo hace que el alma presienta la aparición de alguien en su vida, el dilema comienza cuando tienen aspectos astronómicos tan parecidos, una energía tan fuerte y especial para ella que la confunden... y duda.Las intuiciones son profundas, en su vida siempre aparece la dualidad de la elección, nunca ha tenido miedo de elegir, pero ahora no sabe donde esta la verdad, cuanto puede cambiar su vida , se dice que el tiempo y la mesura templaran el corazón. Sabe que si no se implica en ninguna aparecerá otra donde la historia se repita, el destino no se puede eludir por mucho que se dominen los pensamientos y el alma, la libertad casi no existe, aunque cueste trabajo aceptar que hay algo más poderoso que mira desde el horizonte y es certero como el dardo.

Pero ella prefiere la huida, incluso ya antes de conocerlos; creía que podía controlar el destino, engañarlo y desafiarlo. Pero el fatum le ha demostrado que por encima de los oráculos está la ley no escrita: el futuro es insondable, ¿Tendrá que aventurarse? o quizás ella, inteligente y lista, tanto que da miedo, comprenda que su vida es otra muy diferente...

Uno piensa que ella es dulce y alegre a la vez que inconstante y excéntrica; el otro piensa que está envuelta en rigidez y firmeza con una profundidad difícil de seguir.

Ellos no la ven a ella, se ven a sí mismos, las características que más responden a su esencia.

Mientras las aguas se calman y vuelven a enfurecer, el ciclo vital esta en marcha y no se puede parar, los tres caminan lejanos pero en sus destinos ha entrado una nueva energía, la del cambio tan fuerte como la verdad; todo lo que en sus vidas sea innecesario desaparecerá, donde tendrán que elegir, y ninguno de los tres quiere hacerlo. Se dicen a sí mismos que es una aventura más...

Cada uno se refugia en su seguridad, uno sigue construyendo, el otro relacionando y ella estudiando...


Y yo que los miro desde fuera digo menudos tres idiotas.

(No me gusta aclarar lo que escribo, me parece torpe, y ahora tampoco voy hacerlo, quién se sienta reflejado en estas cuatro lineas,¡GENIAL!l, no hay dos ni tres ni cien mil...!!!!!!, que lean detenidamente y puede que den con la clave del texto que va más allá de lo evidente...y a los más curios@s no me pregunteís quienes son, vosotros en vuestra vida los teneís...si quereís)




1 comentario:

  1. Muy bueno. Pero no me salen las cuentas; ¿son dos?. ¿Son tres?. ¿O son cien mil?.
    Por cierto; ¿cuando viajamos a L.A.? ;-)

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