Piénsame como la sacerdotisa que escapó a tus pesares
como la indómita que surca la saliva de tus almas
como la impetuosa de los cuentos arrinconados
como una serpiente que corroe el laberinto de tu cerebro.
Piénsame con el temblor de tu mirada
con el aliento del moribundo cuando sueña
con el deseo del loco desesperado
con la verdad del fracaso y el ansia del triunfo.
Piénsame con pezones de margaritas negras
soportando el peso de mis rodillas
sacudiendo el frío placer del infierno
salvaje de pelo trenzado moviéndome de sector en sector.
Piénsame como a Lilith en la oscuridad
sin apego ni nostalgia
incierta como la vida
rotunda en mi misma
condenada al paraíso.
(De mi libro "Alas de trenza". Mi dibujo-Lilith)
